El boom del diseño mexicano
Por Luis Enrique Ramirez Sandoval

El diseño mexicano se ha convertido en un estandarte de la creatividad nacional a nivel mundial. Es un orgullo que cada vez son más los mexicanos que triunfan, aquí y en el extranjero, gracias a su capacidad artística y propuesta que hoy ya es imposible de encasillar. 

Los orígenes del diseño mexicano se remontan a las artes prehispánicas, que durante siglos permanecieron ocultas y menospreciadas, pero cuando México se convirtió en nación, se volvieron parte del discurso oficial y se apreciaron como las obras de arte que son. Las artesanías son prueba del diseño mexicano porque se trata de objetos utilitarios creados a partir del trabajo creativo y la originalidad del artesano. 

Durante el inicio del siglo XX, el país pasó por un proceso de modernización y la influencia europea trajo consigo algunas de las corrientes más populares de la historia como lo es el art nouveau, art déco, Arts & Crafts y más. Pronto la relación entre artesanía y diseño comenzó a tomar caminos distintos.

Al finalizar la Revolución Mexicana se revivió el sentimiento nacional y con el Muralismo, uno de los primeros movimientos artísticos mexicanos en llegar al mundo entero, el diseño mexicano comenzó a tomar identidad. Para la mitad del siglo XX el diseño mexicano ya estaba en aras de convertirse en el ecléctico e inesperado movimiento que es hoy. Con un pie en la tradición artesanal y uno en la mirada internacional, México se convirtió en una capital artística. 

En términos de moda, Frida Khalo fue una de las embajadoras del diseño mexicano al mundo. Su icónica portada de Vogue la muestra presumiendo con orgullo los trajes de tehuana, sabiendo que era la cara de todo un país en el extranjero. Poco a poco la moda mexicana mezcló la alta costura con las tradiciones artesanales y hoy la moda de lujo en México tiene un poco de las dos.

Se trata de moda ética que busca contextualizar a la gente sobre dónde viene y cómo es que un diseño único puede ser tan significativo, no por la prenda donde está bordada, sino por la historia detrás de ella. Promoviendo el comercio justo y el diseño mexicano y artesanal, Yakampot colabora con artesanas de Zinacantán y San Juán Chamula en Chiapas, así como Chimalhuacán en el Estado de México, quienes demuestran que el diseño mexicano ha evolucionado muchísimo, pero mantiene las mismas raíces de siempre.